"Paso atrás" Post Partido: Villareal B 1 - 0 Hércules C.F.

Con un guión parecido pero con los papeles de protagonistas cambiados, el Hércules dio en el día de hoy un pasito atrás en su particular "alfombra roja" hacia Primera. El filial del Villareal consiguió sacar los colores a un equipo, que esta vez fue víctima de su propia medicina, de la medicina que utilizó contra el Betis y que le hizo jugar con 10 durante buena parte del encuentro.

El filme empezaba con algún que otro fotograma dañado y fuera de sitio. La película tenía pinta de ser un desastre. Como así sucedió. En el minuto 21 de la primera parte llegaba el primer susto en la portería herculana. Un centro de Joan Orial por la banda derecha que despeja mal Calatayud, el balón cae a los pies de Matilla que chuta a portería y Abraham Paz consigue salvar in extremis en línea de gol. El Hércules empezaba a tomar en cuenta las palabras de su entrenador en el previo del partido, recordando que nunca hay rival pequeño sino confianza de más. El Villareal B no iba a ser ninguna "cenicienta" y el Hércules debía ponerse las pilas si quería sacar el resultado adelante.

Minutos más tarde, el Hércules empezaba a entrar en el partido. Tote en jugada personal se metió hasta la cocina del equipo amarillo y le sirvió en bandeja el gol a Sendoa. El vasco lo tenía fácil pero no supo definir y mando el esférico a las nubes. Primera ocasión perdida y primer perdón. Un perdón que no encontró el central herculano, Sergio Rodríguez, por parte del amigo de siempre, del arbitro del encuentro. Pérez Riverol, del colegio tinerfeño, vio juego peligroso en una acción de Sergio sobre Marco Rubén que le supuso la segunda amarilla. El Hércules sufría el mismo mal que el domingo pasado le tocó experimentar al Betis. A partir de ahí, la estrategia y el guión fue improvisado, mucho más improvisado que desde el inicio donde el Hércules jugaba con Tote como delantero pese a tener a Delibasic en el banquillo. Si la apuesta era de amarre, ahora lo iba a ser más.

Sonaba la campana que daba por concluido el primer tiempo y el Hércules conseguía salvarse. Pero sólo de momento. El Villareal comenzaba a creerse la posibilidad de pasar por encima de un equipo herculano desconocido con respecto al último encuentro. Mientras el conjunto blanquiazul se echaba para atrás e intentaba jugar a la contra, el filial amarillo trataba de acercarse más al área de Calatayud por medio del control y del toque. Nada menos que casi el 60% de la posesión del balón era del equipo castellonense. Déjà vu, flashback, todo eso y más seguramente. El Hércules no se encontraba y la reserva de gasolina empezaba a agotarse ante unos jóvenes jugadores del Villareal que querían dar la primera victoria a su cantera en la División de Plata del fútbol español.

Para colmo, el equipo de Esteban no tenía suerte. Sendoa, héroe final del partido ante el Betis, tenía esta vez la pólvora más que mojada. De nuevo otra ocasión clara de gol marrada a la altura del punto de penalti por el jugador vasco que llevaba la desesperación a los muchos aficionados blanquiazules allí desplazados. Y de la desesperación a la desgracia. Con el Villareal subido a la "chepa" blanquiazul, Marco Rubén, ponía la tilde que le falta a su nombre y marcaba el único gol del encuentro que desnivelaba la balanza. Por delante, todavía 5 minutos más el añadido para intentar una épica. Pero esta vez no hubo milagros. El protagonista caía ante sorpresa de muchos y los puntos se esfumaban de la Ciudad Deportiva del Villareal.

Con esta derrota y el "fantasma del Estadio" merodeando por la calle Foguerer Romeu Zarandieta, esta semana la película adquiere tintes de terror. Ahora toca levantarse de este tropiezo y divisar bien la próxima piedra del camino: Cádiz C.F. El herculanismo necesita volver a levantarse de su butaca para seguir alentando a su equipo. ¡Una comedia de amor, por favor!