HÉRCULES 5 *****

HÉRCULES 5 *****
La Butaca del Herculanismo

"Un capitán para un barco" (Artículo para PuertaCero.es)

>> viernes, 21 de enero de 2011




Había una vez un gran barco a la deriva surcando los mares de la Primera División. Un barco azul y blanco, sin una hoja de ruta marcada y con mucho lastre por soltar. Una nave sin coordenadas, fuera del mapa, desorientada. Había también una nave con demasiados marineros y tan pocos capitanes, con muchas órdenes y tan pocas acciones. No es un marino mercante, tampoco es un barco pirata… ¿quieren más pistas? 

Por si todavía no lo han adivinado, les estoy hablando del Hércules. Ese equipo, (nuestro equipo) que no gana fuera del Rico Pérez desde hace 4 meses. Aquel que últimamente está siendo noticia por muchas cosas, la mayoría de ellas, por las que no debe. 

El mismo equipo en donde, haciendo memoria, hace como 7 meses, Francisco Javier Farinós, “El Fari”, tocó fondo, dijo basta, se rompió. Una tendinitis crónica en la zona de los isquiotibiales le afectó al nervio ciático y fue el principio de su adiós. Un adiós que iba a ser largo. Desde ese mismo momento, el Hércules perdía a su cabeza visible, a su pulmón, a su hombre referencia dentro del campo, a su capitán. Desde ese mismo instante, el barco alicantino empezaba a tomar otro rumbo, a viajar, prácticamente, a la deriva. Emprendía un camino sin patrón, sin su brújula preferida. 

Farinós se puso entonces en manos del doctor Cugat, en Barcelona. El capitán sabía que tenía algo serio y quiso desde el primer momento acudir a los mejores. Cugat le plasmó un plan personal y específico basado en la inyección de hormonas de crecimiento en la zona afectada. 

Tras ese plan, llegaba la prueba de fuego. Hace un mes, un examen en Barcelona iba a determinar su futuro más inmediato: el quirófano o su regreso. La moneda estaba en el aire. La cara o la cruz. Y salió cara. “El Fari” comenzó a entrenarse con el grupo, a hacer una pequeña pretemporada, a sentirse futbolista. Por fin se atisbaba tierra en el horizonte. Los meses duros, los días oscuros y sin avances, se tornaban ahora en días claros, coloridos y alegres. 

Y justo en estos días, cuando el barco más necesita a su capitán, cuando son muchos los icebergs que el navío blanquiazul encuentra a su alrededor, se habla de su regreso. El lugar elegido: La Catedral de Bilbao. El mejor antídoto para el dolor, el mejor escenario para tomar el mando. Farinós, que esta temporada cumple su quinto año en el Hércules, ya quiso reaparecer en Mallorca y Gijón. Sin embargo, “Boquerón” Esteban se negó. Era demasiado pronto.

Ahora, después de mucho tiempo, parece que entrará en una convocatoria y, si todo va bien, puede que tenga algunos minutos. Sin duda, todo un premio a la paciencia, al trabajo y a la cautela de un todoterreno que vive su gran ocaso como futbolista y que lo quiere hacer con todos los honores y galones, en el club de La Terreta, el Hércules C.F. Porque ya se sabe que un buen capitán nunca abandona a su tripulación... ¡Bienvenido de nuevo al barco, capitán!





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