"Pecando otra vez" Post Partido: Girona F.C. 1 - 1 Hércules C.F.
>> martes, 18 de mayo de 2010
No hay forma. El Hércules sigue siendo uno de los peores equipos del campeonato fuera de casa. Está negado. Y ayer lo volvió a demostrar. Un equipo llamado a grandes cotas, que pretende subir a Primera, no puede dejarse 3 puntos importantes como los que se dejó anoche en el campo de Montilivi, en Girona. Un enésimo traspiés en el peor momento que puede costarle caro al equipo de Esteban Vigo al final de la liga. Sin ambición y casi sin ideas, el Hércules volvió a ofrecer su peor cara a pesar de adelantarse en el marcador con un gol de un incansable Danciu, el mejor de estos últimos encuentros, pero que se vio oscurecido pronto por un error de patio de colegio de la zaga herculana. Con empate en el marcador, el Hércules domino pero no inquietó lo suficiente y suma un punto que no le sirve de mucho. El próximo encuentro en Huelva se presume más que determinante. Duelos directos y el nuevo partido a domicilio. Santa Faz, aparece de nuevo, por favor.
La misma película que en Valencia
Si alguno no vio el duelo ante el Levante de hace dos jornadas, el inicio del encuentro de anoche apenas le llamará la atención. Para el que sí lo viera, prácticamente estaba viendo el mismo partido. Calcado. Un Hércules ambicioso en los primeros minutos, rabioso, con mucha dinamita arriba, muerde primero. Esta vez, Danciulescu, ayudado por su "hermano" Deli, presionaron a la defensa rival hasta provocar su error. Deli roba un balón cerca del lateral de la frontal del área del Girona y rápidamente cede en "pase de la muerte" a Danciu, que desde dentro del área suelta un zapatazo raso al primer palo de la portería defendida por Jorquera. Uno cero y las cosas que marchaban. El Hércules parecía que se había enganchado al modo on del partido ante el Córdoba. Había salido igual que terminó aquel partido. Pero la magia duró 20 minutos.
A partir del gol, el conjunto alicantino pretendió hacerse dueño y señor del partido. Tote lo intentaba en una jugada iniciada desde la puerta por Calatayud. No tan clara como la que tuvo ante el Levante, el 10 erraba mandando el balón a las nubes. Pero ni dueño, ni mucho menos señor. Un minuto después, el mismo guión que en Levante. Gol del rival. Matamala juega en la frontal del Hércules para Xumetra quien en una habilidad casi de crack mundial, se zafa de la zaga herculana dándose la vuelta rápidamente y metiéndose hasta la cocina entre dos defensas. Luego, la definición, es también de clase ajustando el balón a media altura y al palo corto. Empate en el marcador y el Hércules que ya había bajado el pistón. Una vez más, un despiste defensivo por falta de concentración y de intensidad que cuesta un gol y unos puntos valiosos.
La segunda mitad, nada nuevo
En el segundo tiempo se esperaba una reacción. Pero esta no llegó. No se vio por ningún lado. Ni siquiera los cambios de Esteban hicieron efecto. Unos cambios que volvieron a llegar tarde. Un Tote desaparecido durante casi todo el partido dejó su sitio a la frescura de Kiko. Por su parte, un pasivo Sendoa cedía su lugar a Cristian. Mientras, Portillo tenía una nueva oportunidad al ocupar el hueco dejado por Danciu. Pero ninguno generó peligro. Tan sólo Portillo, quien pudo haber inquietado algo en la salida de un saque de esquina botado por Farinós. Un resbalón de Jorquera en la salida hizo que el esférico se paseara por el área sin encontrar dueño. Y es que el ex canterano del Madrid no pudo llegar por poquito a rematar al segundo palo, por lo que el balón acabó perdiéndose por línea de fondo para impotencia blanquiazul.
El Hércules se dedicaba a jugar al pelotazo y a retrasar la bola. Algo que desesperaba al personal. El juego no era nada vistoso y las llegadas blanquiazules cada vez era más escasas. El Girona supo plantarse bien en el campo, aguantando todos los ataques de un Hércules falto de ambición para lo que se estaba jugando. Los de Narcís Julià estaban sacando de quicio a los alicantinos. Y, por si fuera poco, a pocos minutos del final, iba a aparecer la figura del colegiado, Hevia Obras, para acabar de finiquitar el pésimo encuentro herculano. En un forcejeo, Farinós salta a por un balón con el brazo por delante. Una acción un tanto rigurosa en la que el árbitro apreció acción peligrosa y sacó roja directa al valenciano ante sorpresa de todos. Lo justo hubiera sido una amarilla, pero el daño ya estaba hecho. Y eso dio carpetazo al partido que se perdía en los minutos de la basura. A la postre empate que beneficia más al conjunto catalán que al levantino.
No se permiten más fallos
Llegamos a la zona roja del campeonato. A la zona donde el termómetro se pone calentito. A la zona en donde cualquier error se paga caro. Quedan 15 puntos en juego y el Hércules sigue fuera del ascenso, a un punto de los tres puestos de cabeza. La fe que el lunes pasado habíamos adquirido se nos ha esfumado un poquito tras este partido. Pero todavía no hay nada perdido. Al menos eso es lo que dicen las matemáticas que luchan codo a codo con las impresiones y las sensaciones, las cuales nos dicen que el Hércules es incapaz de aprovechar los resultados de los demás y que no gana fuera ni aunque le obliguen. Como dijo Danciulescu: "si no ganamos fuera de casa no subiremos" . Y qué verdad más grande. El próximo encuentro, de nuevo fuera y ante un rival que no se juega nada, el Recreativo de Huelva. ¿Habrá maletines? Quién sabe...lo que sí se sabe es que, por otro lado, hay dos duelos que habrá que seguir muy de cerca: Betis-Real Sociedad y Cartagena-Levante. Alguno cederá puntos y el Hércules volverá a tener de nuevo su oportunidad. Pues lo dicho, o es ahora o no es nunca. Volvemos a tener otra llave del ascenso y quién sabe si esta será la última. Prepárense que llegan curvas...
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Foto: AS.com
(*) La sinopsis del partido por el gran Venegoor:
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