"Juntos hicimos historia" Post Partido: Real Unión C.F. 0 - 2 Hércules C.F.

No se podía fallar, no valía. Era el día para escribir la historia con letras de oro, como el traje de luces que lucía ayer el combinado alicantino. La fiesta estaba prácticamente lista, sólo había que hacer el trabajo sucio: ganar en Irún. Y se ganó. El Hércules fue más Hércules que nunca, sacó su casta, su orgullo y sumó una página más a su decálogo con la gloria, una página que se le debía, una página que hacía 14 años que no escribía, una página dorada, de las de verdad, de las memorables. Portillo, 'hombre ascenso', más Descarga en propia puerta, fueron los tantos con los que el equipo de Esteban Vigo entró por las puertas del cielo de Primera. Desde ayer, Alicante está más en fiestas que nunca...

Dominio clásico herculano
El Hércules empezó a imprimir su ritmo de juego y sus intenciones desde bien iniciado el choque. El estilo de toque y toque de los hombres de Esteban fue poco a poco ejerciendo un estado de hipnosis en el Real Unión. De modo que los blanquiazules fueron los que gozaron primero de las ocasiones más oportunas. Un disparo de Portillo desde lejos y varios pases de Tote peligrosos pero en fuera de juego, avisaban de lo que podía pasar más tarde. Los alicantinos sacaban la primera mano de cartas de la noche. De momento, la apuesta tan sólo era una escalera de color. Una escalera que aún no tenía los peldaños preparados para llegar al cielo.

El Irún, que también se jugaba lo suyo, quería hacerse notar, también quería ganar. Goikoetxea, en una jugada trastabillada, a punto estuvo de obtener un premio más que suculento. Pero su balón se fue a las nubes. Los vascos, por lo visto, parecía que iban de farol. Ni su juego ni los otros resultados les acompañaban.

Portigol otra vez 'el hombre ascenso'
Y ya se sabe que pasa cuando a uno se le descubre el farol en una partida, que lo acaba perdiendo todo. Eso fue más o menos lo que acabó pasando. En el minuto 17, Portillo, 'el hombre ascenso', se volvió a enchufar como nunca. Una jugada de banda derecha es iniciada por Peña, el lateral se la cede a Tote, quien dentro del área regatea a un defensa hasta meterse a la cocina, roza la línea de fondo y, en un arte que sólo está predestinado a los valientes y magos como él, amaga un primer pase de la muerte a Portillo con una sangre fría demoledora que rompe a Jauregi en dos. Al segundo amigo en cuestión de apenas un segundo, ya sí, pase y gol. Portillo sólo tiene que empujarla. Y los más de 1000 seguidores herculanos saltando como locos de la emoción. La Primera estaba más cerca.

A partir de aquí el Hércules empezó a jugar con más soltura, con menos nervios en las piernas pero también empezó descuidar un poco el centro del campo. Y el Real Unión, que cojo tampoco era, a punto estuvo de romper las ilusiones alicantinas de un plumazo. Un tiro de Domínguez desde fuera del área se estrella en el larguero y los blanquiazules que no sabían como esconder los nervios.

Cuarenta y cinco minutos para la gloria
Al descanso, tanto en Alicante como en Irún existían dos teorías: quedaban 45 minutos por delante para la gloria o 45 minutos para sufrir de lo lindo. Y es que, al fin y al cabo, "el Hércules es el Hércules", que decían algunos. Podía pasar de todo. Y pasó. Pero, afortunadamente, de todo y bonito. Los fantasmas de otros años se esfumaron. Esta vez ni siquiera aparecieron para incordiar. El Hércules tenía todo bajo control.

La tónica en la segunda mitad volvía a ser claramente favorable al conjunto herculano, que ganaba una vez más la mano de cartas al equipo de Iñaki Alonso. Portillo (no podía ser otro) iba a ser otra vez protagonista, aunque esta vez secundario. El madrileño, en una buena acción personal similar a la del primer gol, se escapó por banda derecha y con gran habilidad se metió dentro del área para efectuar otro pase de la muerte. Pero ahí no había ningún jugador herculano que pudiera crear peligro, tan sólo defensas del Real Unión, por lo que aparentemente no debía haber problemas. Pero sí, los hubo y muchos para los de Alonso. Descarga llegaba en carrera desde atrás y todavía no se sabe bien por qué, acabó introduciendo el balón en la portería vasca cual delantero blanquiazul. Gol extraño y polémico, abierto a suspicacias. El caso es que el defensa no sabía donde meterse, incluso llegó a pedir el cambio de lo vergonzoso del caso.

Con este regalo, el partido estaba más que atado para los de "Boquerón". El segundo gol supuso un mazazo para los irundarras que veían como todas sus posibilidades de permanencia se consumían por completo. Sin embargo, los jugadores vascos estaban dispuestos a morir con las botas puestas y siguieron asediando, aunque tímidamente, la portería de Calatayud. Por su parte, el Hércules también gozó de tres oportunidades claras de Danciu, Tote y Cristian que hubieran supuesto el remate final a un encuentro histórico. Pero los levantinos ya tenían el poker de corazones y no les hacía falta ir a por el repoker, no era el momento ni el lugar. Lo único que se esperaba era el pitido final. Y este llegó. El Irún descendía mientras que el Hércules volvía a Primera por fin después de 14 años de ausencia de la máxima categoría.

Alicante es una fiesta
"Para los valientes es la oportunidad". Esta frase de Víctor Hugo, poeta francés del siglo XIX, resume a las claras lo que fue el partido de ayer y la temporada para el Hércules. La oportunidad de ayer no se podía desperdiciar. Era la última que había dejado esa renta perdida de 11 puntos que, de no haberse esfumado, pudo haber evitado este sufrimiento final. Pero, como bien dicen algunos, cuando se sufre mucho, al final se disfruta todo el doble.

Y eso es lo que se ha hecho desde las 00.30 de la madrugada, que fue cuando se dio el pistoletazo de salida a las muchas celebraciones herculanas que tienen que venir a partir de ahora. La primera de ellas, tras aterrizar en Alicante, la celebración en Luceros. El equipo al completo se desplazó desde el Rico Pérez en los autocares descapotables de los Campeones, hasta llegar a la plaza de los Luceros como a la 1 de la madrugada, donde esperaban los miles y miles de aficionados blanquiazules para disfrutar de la fiesta. Una fiesta a la que se sumó la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que estuvo desde todo momento apoyando al equipo en tierras vascas, perdiéndose, incluso, la primera de las mascletás. Sin duda, algo histórico y anecdótico. Pero la ocasión lo merecía. Sonia aprovechó también el momento para dedicar unas cuantas pullitas a su "querido" Lopera y además se dejó mantear por los jugadores.

Al final, la fiesta con el público se alargó hasta las 2 de la mañana con unos jugadores exaltados como Tote o Rodríguez, quien animó el ambiente con la canción del camarero. Mañana por la mañana, presencia de los jugadores y cuerpo técnico en la segunda mascletá de las Hogueras, seguidamente comida en el resturante "Las Rejas" y por la tarde vista obligada a la Iglesia de la Santa Faz y recepción final en el Ayuntamiento con todas las autoridades. Las fiestas, valga la redundancia, ya han empezado en Alicante.

Datos de interés: Esteban Vigo hace historia al conseguir dos ascensos a Primera consecutivos con dos equipos diferentes como Xérez y Hércules.

Dato de interés 1: el Hércules ganó por fin fuera de casa. Los blanquiazules no sólo rompieron el gafe sino que la única victoria a domicilio en la segunda vuelta ha venido en el mejor momento, en el día del octavo ascenso a Primera de toda la historia blanquiazul.

Datos de intrés 2: el año que viene, en la Liga de las Estrellas, habrá hasta 4 representantes de fútbol en la Comunidad Valenciana: Valencia, Villareal, Levante y Hércules.

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Foto: Patxi Corra y Diarioinformacion.com

(*) La sinopsis del partido en fotos:



(*) La sinopsis del partido en vídeo: