"Digna derrota" Post Partido: Hércules C.F. 0 - 3 F.C. Barcelona
>> domingo, 30 de enero de 2011
Los alicantinos no pudieron esta vez con el Barcelona. A pesar del buen juego desplegado por los blanquiazules durante todo el partido, el Barça acabó llevándose el encuentro por desgaste. Un gol de Pedro en la primera mitad y dos de Messi al final del partido, y tras la rigurosa expulsión de Farinós, fueron suficientes para que el Barça de los récords se llevara su decimoquinto triunfo consecutivo, igualando así el registro del Madrid de Di Stefano
Le costó lo suyo al F.C. Barcelona superar a los blanquiazules. Como el partido de la ida, el Hércules presentó batalla hasta las últimas consecuencias. Sin embargo, esta noche no hubo sorpresa, el milagro no existió. A pesar de todo, el Hércules puede estar más que contento por el trabajo realizado. El primero de todos, Esteban Vigo. El técnico andaluz dispuso un dibujo táctico ambicioso a la par que equilibrado. Tote volvía a escena después de quedarse fuera en Bilbao. Una de las bandas iba a ser suya. La otra, para Kiko Femenía. Arriba, la artillería pesada de siempre: Valdez y Trézéguet.
El partido comenzaba muy fuerte para el Barça. Como no podía ser menos, los azulgrana se pusieron de inmediato a prácticar lo que mejor saben hacer. El juego de toque de alta escuela, el tuya-mía, el por aquí, y también el por allá. El escandaloso juego de todos los fines de semana, vamos. Parecía que en cualquier momento el Barça acabaría tumbando a su "bestia negra" en un santiamén. Los primeros avisos eran de Villa, pero también Messi tuvo la suya. Por su parte, Xavi e Iniesta manejaban los tempos y trataban de abrir los espacios cerrados de una gran defensa herculana encabezada hoy por un acertado Momo Sarr.
Mientras el Barça tocaba y tocaba tratando de encontrar el gol, el Hércules se limitaba a defender con uñas y dientes su terreno. No lo hizo mal, pues también tuvo tiempo de asustar. Trézéguet tuvo una gran oportunidad antes de que las campanas del gol repicaran para los blaugranas. Un alocado centro de Tote desde el centro del campo le cayó a Valdez, quien de primeras peinó de cabeza para Trézéguet que no acertó con la dirección y mandó el balón fuera. El Hércules quería morir matando y el Barça sabía que le iba a costar Dios y cielo para ganar el partido.
Pedro allanó el camino
Pero el fútbol es extraño o, más bien, digamos que es caprichoso. Porque justo cuando el Hércules estaba conectando y llegando al área azulgrana con más facilidad, el Barça encontró su piedra filosofal con la que abrió el camino de la victoria. El artífice fue Pedro, pero el arquitecto, por descontado, tenía el nombre de Xavi Hernández. El catalán vio un carril vacío por el que venía a todo gas Pedrito. El canario no se lo pensó dos veces, entró como un avión al área y definió con un potente obús colocado al palo corto. Una definición de killer con la que el Barça empezaba a minar la moral alicantina. Y con ese gol se llegaba al descanso.
Tras la reanudación, el Barça quiso cerrar el partido por la vía rápida y acabar cuanto antes el trámite. Pero el Hércules seguía peleón y quería vender muy cara su derrota. Con menos fuerzas debido al desgaste defensivo, los blanquiazules se aferraban a lo poco que tenían. Tote buscaba constantemente los desmarques de sus aliados Trezegol y Valdez, pero la pareja atacante acabó también agotada físicamente. Esas fuerzas gastadas en tareas defensivas hicieron que ni paraguayo ni francés tuvieran la mejor de sus noches.
Expulsión de Farinós
El partido entraba entonces en unos momentos determinantes para el desenlace final. El Hércules seguía clavado en sus trece, mientras el Barça no terminaba de matar el partido. Urgía un cambio de rumbo hacia uno u otro lugar. Y fue aquí cuando Esteban decidió mover banquillo en busca de consistencia defensiva. Hacía falta más criterio con el balón, más pases acertados y, sobre todo, más gasolina. Cristian por Kiko y Farinós por Matías Fritzler, eran los cambios.
El valenciano volvía a jugar después de un calvario de 7 meses. La lesión era ya historia y el Rico Pérez se ponía en pie para recibir a su Dios. Pero tan rápido entró por la puerta grande, como se fue por la puerta de atrás. Fernández Borbalán, el árbitro del encuentro, le amargó la noche. Bueno, también hay que decir que nos la amargó un poquito a todos los blanquiazules con varias decisiones erróneas, todo sea dicho. Y, precisamente, una de esas decisiones erróneas marcó la estocada final.
Farinós, que nada más salir al campo se había ganado una rigurosa amarilla por frenar la carrera de un jugador del Barça, vio la segunda en una dura entrada sobre Piqué. El centrocampista llegó tarde al corté y arrolló al futbolista catalán, quien también le puso un poco de picante al taco para que la roja fuera más creíble.
Messi sentenció
El caso es que el Hércules se quedaba con 10 jugadores en los 5 últimos minutos del encuentro. Todo listo para que el Barça se paseara por la alfombra roja que el colegiado le había preparado sin querer. Y por ahí no había mejor estrella para lucir palmito que Messi. El argentino, apagado y secado por la defensa herculana durante todo el encuentro, se encontró de repente muchos espacios por los que darse un paseo y algún que otro revolcón de puro gusto. Y dicho y hecho. El segundo de la noche fue un golazo marca de la casa. El mejor jugador del mundo se plantó en la frontal del área y desde ahí armó su más bello trazo. Se fue de uno, de otro y cuando llegó al área le cruzó el balón a Calatayud como quien resuelve una ecuación matemática. Ese es el arte de este chico de 23 años, que hace fácil lo difícil. Por algo es doble balón de Oro.
El partido se consumía como el fuego de un cigarro. Aún así, el Barça quería todavía más.Había tenido que esperar tanto tiempo para igualar el récord del Madrid de La Saeta Rubia, había tenido que esperar tanto tiempo para vengarse de su peor amigo, que ahora quería disfrutar matando. Y lo hizo. De nuevo Messi, en jugada colectiva, aprovechó un pase de la muerte para hacer el segundo en su cuenta goleadora y el tercero de su equipo, que zanjaba de esta manera un difícil y trabajado partido.
Con esta victoria, el F.C. Barcelona iguala el récord de 15 victorias consecutivas del Madrid del 60 y se afianza como líder de la Liga. Por su parte, los hombres de Esteban suman otra derrota más y, con la victoria de esta jornada del Levante ante el Getafe, los alicantinos se quedan a 4 puntos del descenso. El Tourmalet del Hércules se vuelve cuesta arriba y puede, incluso, hacerse más empinado de no puntuar en Valencia la próxima jornada, en el clásico por excelencia de la Comunidad Valenciana.
Foto: DiarioInformacion.com
(*) La sinopsis del partido:
Foto: DiarioInformacion.com
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