Hasta siempre, Don José...y MACHO HÉRCULES!

Don José Rico Pérez, en el centro de la imagen, entrevistado por un joven Jose María García.

Hoy es un día triste para el herculanismo. Hoy no hay palabras que ayuden a superar esta noticia. Hoy no hay ganas de nada. Hoy no hay fuerza ni para respirar. Hoy se nos va un pedacito, bueno, qué digo, un gran pedazo de la historia del Hércules C.F., el hombre más importante de esta institución después de nuestro querido "Chepa", el gran presidente, don José Rico Pérez.

Y decimos gran presidente porque el legado que nos deja este hombre, este señor y caballero, es increíble. Con él vinieron los mejores éxitos para la institución, tanto deportivos como sociales. Con él se vivió la etapa más gloriosa de nuestro club, en donde apunto estuvimos de clasificarnos para Europa con ese excelente equipo dirigido por Arsenio Iglesias en la temporada 74-75, y que alcanzó un quinto puesto que supuso la mejor clasificación histórica en la Liga. Con él también se vivió una de las mejores etapas institucionales que se recuerdan, con el club saneado, sobreviviendo ocho temporada seguidas en Primera y, sobre todo, con un estadio que llevaba su nombre y que era, por aquel entonces, una de las envidias de España entera. Alicante vivía su época de esplendor y de crecimiento y esto se vio reflejado también en el Mundial de 1982, en donde José Rico Pérez fue uno de los grandes impulsores y culpables de que el estadio del Hércules se convirtiera en una de las sedes del campeonato. De hecho, el estadio José Rico Pérez fue "la casa" de la Argentina de Maradona y compañía durante la primera fase de la competición.

Don José fue el presidente más longevo del club, manteniéndose en el cargo desde el 12 de marzo de 1971 hasta 1985, año que cedió su cargo a José Torregrosa Ronda, un hombre de su equipo, por problemas de salud. En la actualidad se encontraba jubilado y era presidente de honor de la Fundación Hércules de Alicante. Ostentaba la máxima distinción del Hércules, la insignia de oro y brillantes, otorgada por una comisión nombrada para reconocer los méritos obtenidos tras el retorno del Hércules a Primera División, y que le hizo entrega en representación de la masa social del club, Francisco Gutiérrez Bernal, de 14 años de edad, en un acto celebrado en los salones del Hotel Palas de Alicante.

Su muerte a los 92 años se produce en unos los grandes momentos también de la historia del club, después de que el Hércules haya logrado su ansiado regreso a la Primera División tras 13 años de ausencia. Gracias a Dios, el bueno de Don José ha podido despedirse de este mundo viendo a su equipo en todo lo alto. Don José tendrá que ver desde 'arriba' como su Hércules C.F. pelea, a priori, por la permanencia. Estamos seguros que su llegada a los cielos, esos mismos que esperaban al Hércules desde hace un buen tiempo, será una fiesta con todos los honores. Y es que además de un gran presidente, se va una gran persona y alicantino que lo dio todo por su equipo y por su ciudad. Esperemos que los Humberto, Maciá, Chepa y compañía, lo reciban como se merece. Hasta siempre, don José...y MACHO HÉRCULES!

:: El cuerpo de José Rico Pérez se encuentra en el tanatorio la Siempreviva de Alicante y el funeral tendrá lugar mañana miércoles, según apuntaron fuentes cercanas al club.

:: A partir de hoy, los homenajes por la ciudad y por todas las partes del mundo donde se encuentre un herculan@ de corazón se sucederán sin descanso, serán incontables. Desde La Butaca Herculana y en colaboración con NCI Sport y Creativos Herculanos, no queremos ser menos y estamos trabajando desde ya en la elaboración de un vídeo homenaje a Don José Rico Pérez, así como un cartel conmemorativo, que esperamos mostraros al final de esta semana.

Y antes de cerrar esta entrada, queremos despedirnos de Don José como se merece a través de las palabras de otro alicantino de los grandes como era y siempre será, Miguel Hernández:

(...)


Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

Miguel Hernández