Mis notas del partido: Hércules C.F. 4 - 1 Málaga C.F.

A continuación os dejo mis calificaciones del partido y las explicaciones concretas sobre los jugadores que considero que han sido los más destacados del encuentro: 

5***** --> Tote. Ya venía sumando algún punto en partidos anteriores. Sabíamos que el madrileño estaba volviendo a ser el de siempre. Y es que el 10 nunca se fue, siempre estuvo ahí, a la sombra, esperando su momento. Anoche no marcó pero se convirtió en el hombre del partido. Era el partido que necesitaba. El Hércules jugó al fútbol como hacía tiempo que no se le veía y fue, en parte, por culpa suya. Como dirían los argentinos, ¡Qué bueno que volviste, Tote! 

4**** --> Kiko. Kiko se nos está haciendo mayor. El canterano guardará para siempre en su retina y en su memoria el partido de ayer. Su gol no sólo significó el primero que marca en Primera División, sino que además supuso la guinda a un partidazo. Un golazo de clase. Si no llega a ser por Tote, podría haber merecido perfectamente los 5 puntos del partido. ¡Grande, Kiko!

3*** --> Trézéguet. Es un caballero hasta marcando goles. Ayer se sacó de la chistera uno de tacón. De ser otro futbolista, a buen seguro que se le hubiera criticado por chulo y provocador al emplear dicho recurso. Pero no, aquí hay un señor y se llama monsieur Trezegol. Lleva 8 dianas y sigue escalando posiciones entre los megagoleadores de la liga. Y eso que venía a jubilarse a Alicante...

2** --> Drenthe. El Hércules despegó a lo grande y con él, Drenthe. El holandés tenía una espina clavada por su salida de tono en A Coruña. Buscaba un perdón como quien busca estrellas en el cielo. Finalmente lo encontró en el penalti que arrebató a Trézéguet. Necesitaba el gol como cura a sus males. Marcó y se desquitó. Encima se lo dedicó a un familiar que había perdido hace poco. Drenthe es humilde y sabe perdonar. Crece día a día en todos los sentidos. Enorme. 

1* --> Valdez. Hay muy pocos delanteros en el mundo que trabajen tanto como lo hace el paraguayo. Ayer no era su día para meter goles pero sí para darlos, como el que le entregó en bandeja a Trézéguet. Como dice el dicho, toda piedra hace pared...