HÉRCULES 5 *****

HÉRCULES 5 *****
La Butaca del Herculanismo

Sin goles, sin fe y sin ascenso (Crónica Alcorcón 0 - 0 Hércules)

>> lunes, 11 de junio de 2012




El Hércules pecó una vez más de falta de ambición y fue incapaz de marcar un gol al Alcorcón para darle la vuelta a la eliminatoria. El conjunto alfarero dominó el encuentro desde el principio y se jugará el ascenso este miércoles ante el Valladolid, que venció al Córdoba en la otra eliminatoria por un resultado contundente de tres goles a cero. 

  
Difícil pasar una eliminatoria cuando apenas gozas de oportunidades claras entre los tres palos. Difícil pasar una eliminatoria cuando haces más faltas que el rival y eres incapaz de trenzar jugadas con cierto peligro sobre el área rival. Difícil pasar una eliminatoria con tan poca ambición en un partido en el que te lo juegas todo a una carta. El Hércules fue anoche un fiel reflejo de lo que ha sido durante gran parte de la temporada. Cierto es que este año no ha sido un camino de rosas, que costó mucho avanzar en los primeros meses tras un verano con muchas dificultades, pero lo cierto es que ayer el Hércules ni pudo ni supo sacar adelante un partido en el que le iba la vida. 
  
Y es que si ayer hubo un equipo que creyó más y que tuvo más convicción en cada una de sus acciones, ese fue el Alcorcón. Los alfareros se metieron en el partido desde el primer minuto convencidos de lo que había en juego. De hecho, las primeras acciones del partido corrieron a cargo de los de Anquela. Montañés y Nagore, con sendos disparos desde larga distancia, pusieron en aprietos la portería de Juan Carlos. El guardameta blanquiazul estuvo más seguro en esta ocasión y gracias a sus intervenciones en el partido acabó siendo de los mejores de su equipo.

El Hércules dispuso de muy pocas acciones de peligro. Casi se podría decir que se contaron con los dedos de una mano. La primera llegó a los 15 minutos de partido. Gilvan Gomes se adentró por la izquierda y colocó un centro al punto de penalti que Adrián Sardinero cabeceó por muy poquito por encima del larguero. Tras esa acción, poco más se vio en ataque del Hércules. Aganzo estuvo solo durante todo el partido, luchando sin cuartel con los defensores del Alcorcón. Parecía un Aganzo contra el mundo. Y lo fue. El delantero no consiguió zafarse en ningún momento de la zaga rival y apenas recibió balones en condiciones.

En cuanto al partido, no había un dominador claro. Ambos equipos preferían aguardar al fallo conscientes de los minutos que todavía quedaban por disputarse. El Alcorcón tenía el control ya que le valía el empate, mientras que el Hércules confiaba en que su oportunidad llegara con el paso de los minutos. Pero la prudencia de ambos equipos provocó que el partido se convirtiera en una oda al centrocampismo, por lo que el partido se volvió por momentos tosco, lento y aburrido.


El Hércules mejoró en la segunda parte pero no fue suficiente
  
Nada más empezar el segundo tiempo el Alcorcón veía como Babín, uno de sus mejores jugadores hasta el momento, tenía que ser retirado del terreno de juego debido a una lesión muscular. El central estaba ganando todos los balones aéreos a Aganzo y se ha había erigido en un seguro de vida. Esta ausencia supuso un nuevo aliento de vida para el Hércules. Los alicantinos seguían teniendo la posesión del esférico pero no las ideas. A pesar de eso, mantenían la esperanza de conseguir un gol que les diera la vida. 

Anquela parecía estar contento con el resultado, como si ya supiera lo que iba a pasar. El técnico madrileño se permitió el lujo de sentar a Quini en el minuto 64 para dar entrada a Oriol Riera. Fue entonces cuando Mandiá ordenó a Antonio Puche, su segundo, que diera entrada a Carlos Calvo y Tote por Tiago Gomes y Adrián Sardinero. El gallego parecía lanzar un órdago a Anquela con los dos cambios. Había que ir al ataque y Mandiá por fin fue. Pero nada más lejos de la realidad. Tote y Calvo apenas mejoraron para el Hércules el juego que ya había sobre el tapiz verde de Santo Domingo.


Aganzo protagonizó un triste final

El tiempo avanzaba y el Hércules se desesperaba. Mientras la defensa se mantenía brillante con un Arbilla incombustible, el ataque seguía atascado. A Abel Aguilar se le notaba lento de reflejos, Tiago no tenía el día (para variar) y Míchel era imposible que cogiera un balón libre de marca. Una vez más el centro del campo del Alcorcón ahogó la creatividad herculana hasta el punto de hartarla. Por su parte, los madrileños tuvieron alguna que otra ocasión en las botas de Riera que a punto estuvieron de sentenciar el pase.

Los minutos finales fueron un quiero y no puedo. Mandiá quemó todas sus naves sacando a Urko Vera y quitando a Mora. El Hércules se quedaba con tres defensas natos y Aguilar de líbero y se la jugaba a falta de 13 minutos para el final. Sin embargo, anoche tampoco fue una de esas noches en las que el milagro llamaba a la puerta. No hubo gol, no hubo fe y, lo que es peor, se acabó perdiendo la cabeza por impotencia. Aganzo fue la viva imagen con su expulsión. Ahí se consumió la última esperanza del Hércules de lograr el ascenso. Ese fue el punto y final de la temporada. Un final triste pero cierto. 





FICHA TÉCNICA
  
0 - Alcorcón: Manu Herrera; Nagore, Agus, Babín (Rueda, m.52), Ángel Sánchez; Fernando Sales (Saúl Berjón, m.70), Mora, Rubén Sanz, Montañés; Borja y Quini (Oriol Riera, m.61).

0 - Hércules: Juan Carlos; Arbilla, Samuel, Mora (Urko Vera, m.77), Peña; Abel Aguilar, Tiago Gomes (Tote, m.64), Adrián Sardinero (Carlos Calvo, m.64); Míchel, Gilvan; y Aganzo.
  
Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó a Manu Herrera y Nagore, del Alcorcón; y a Peña, Gilvan, Aganzo y Arbilla, del Hércules. Expulsó con doble amarilla a Aganzo (m.90).
  
Incidencias: encuentro correspondiente a la vuelta de la primera eliminatoria por el ascenso a Primera División, disputado en el estadio de Santo Domingo (Alcorcón), ante 4.700 espectadores.


Esta entrada también la puede leer en: www.alicantesport.com








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