"Contra aletargados" Post Partido: RCD Espanyol 3 - 0 Hércules C.F.

El Hércules fue un querer y no poder en esta ocasión. Los de Esteban Vigo pusieron actitud y buen juego, pero los de Pochettino fueron más eficaces y se llevaron los tres puntos gracias a dos contras letales que rompieron en velocidad a la zaga herculana. Al final, un penalti de Pulhac que transformó Luis García supuso el tercer gol que cerraba la cuenta. Resultado holgado para el Espanyol, que sigue con su fortín en casa, y negativo para el Hércules, que registra su tercera goleada a domicilio y sigue sin ganar fuera de Alicante. 

El Hércules empezó muy serio el partido. Sus primeros compases del juego fueron muy acertados. La defensa no cometía excesivos fallos y arriba se tocaba con claridad. Estábamos viendo a otro equipo mucho más compactado. Tanto que las ocasiones y el juego de peligro caían más del lado alicantino que del lado periquito.  

Y, lo que son las cosas, justo cuando la escuadra alicantina asustaba a la parroquia españolista por mediación de Trézéguet, el equipo de Pochettino encendía el partido con una contra de pizarra que Verdú materializaba de forma magistral. Corría el minuto 15 y el Hércules no se lo podía creer. A pesar del varapalo tempranero, el conjunto del ‘Boquerón’ Esteban no perdió la cara al partido y siguió intentándolo con Sergio Rodríguez y Trézéguet como principales reclamos. 

Contras letales

Todavía quedaba mucho tiempo por delante para revertir la situación. Al menos ese era el pensamiento de todo el equipo. Sobre el tapiz herculano había juego y había mimbres para ello. Sólo faltaba afinar un poco la puntería que tanto Trezegol como el astro paraguayo, Nelson Valdez, tenían descompensada. Esas eran las consignas claves para salir a por el partido en la segunda mitad.

Entendida la teoría, era cuestión de pasar a la práctica. Pero ya se sabe, lo primero es más fácil que lo segundo. Y el Hércules no supo reaccionar. Aunque, siendo sinceros, tampoco es que le dejaran. Primero porque se jugó a otro ritmo, más despacio tanto con el balón como sin él. Faltó movilidad y también eficacia. Esa que le sobró al Espanyol. 

El equipo catalán, que hoy era el único blanquiazul en el campo, sí supo cómo jugarle al Hércules y, gracias a otra contra perfectamente armada, hizo el segundo de la tarde. Calatayud cometía un penalti tonto (pero penalti al fin y al cabo) al derribar levemente a Pablo Osvaldo. Pena máxima y expulsión para el arquero al tratarse del último defensor. 

El Espanyol sentencia el partido

El Hércules se quedaba con uno menos a 10 minutos para el final. El partido se había puesto muy cuesta arriba para el Hércules, al que ya apenas le quedaban recursos para cambiar el rumbo de la contienda. Esteban se la había jugado sacando a Tote y Cristian y manteniendo a Valdez y Trézéguet. Quería morir con las botas puestas. 

Y murió. Porque hoy era el día del Espanyol que sacó provecho hasta de su banquillo. Osvaldo caía lesionado en el minuto 42 de la segunda parte y en su lugar le iba a sustituir el canterano, Álvaro Vázquez. El joven delantero también sacó partido de su efectividad y en poco menos de 3 minutos de haber entrado al campo, provocó un penalti que iba a significar el tercero para el Espanyol. Luís García marcó y en su celebración recordó al malogrado Dani Jarque señalando su brazalete de capitán. Al final, victoria excesiva pero merecida para el conjunto españolista que le sirve para situarse cuarto y derrota para un Hércules que suma un nuevo fiasco a domicilio.  

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Foto: Agencia EFE 

(*) La sinopsis del partido: