HÉRCULES 5 *****

HÉRCULES 5 *****
La Butaca del Herculanismo

"Empacho de boquerones" Post partido: Hércules C.F. 4 - 1 Málaga C.F.

>> lunes, 13 de diciembre de 2010



Los blanquiazules se dieron un festín a costa de un Málaga deslucido. Y eso que el gol de Sebas Fernández hizo temer lo peor. Sin embargo, otra segunda parte de ensueño de los alicantinos devolvió la magia futbolística a un ansioso Rico Pérez. Tote, sublime, lideró al equipo con un Trézéguet exquisito. El galo marcó de tacón y abrió el camino de la victoria, que cerró magistralmente Kiko Femenía con un golazo en jugada personal. Abraham Paz y Drenthe anotaron los otros dos tantos. El Hércules se venga y aleja el peligro a 5 puntos.

Dice un dicho popular que “comer sin apetito hace daño y es delito”. Es probable que, si tuviéramos que hacer caso de ese refrán, al Hércules anoche lo hubieran encerrado por atentar contra la ley de consumo. Así de claro y literal.

Porque no exagero si digo que, en lo que a fútbol nos atañe, bien podríamos guardarnos el acto completo de ayer para revisarlo de vez en cuando y mostrárselo a todo aquel niño que sueña algún día con darle patadas a un balón. Si alguien se sentía culpable todavía de ser herculano por todo lo que ha tenido que soportar durante este verano, por favor, que vaya olvidándose y se redima tras lo de este encuentro.

Si por algo esta tierra es una tierra de fútbol y de Hércules transmitido de generación en generación, es por poder presenciar partidos como este que dejan a 0 cualquier “caso Brugal” o campaña publicitaria mal confeccionada.

Monsieur Trézéguet
Sebas Fernández abrió la veda en el minuto 12 de partido. Un balón mal despejado por Calatayud ponía las cosas muy cuesta arriba desde bien iniciado el juego. El Hércules había llegado tarde, como de costumbre, al aperitivo. Por enésima vez, el chip de la concentración defensiva volvía a fallar, permaneciendo éste en estado de jet lag profundo.

Quien más, quien menos, ya se empezaba a tirar de los pelos. Las caras eran largas, de entierro, de entierro de sardina alicantina. Pero quien más y quien menos, se olvidó también que el Hércules es un equipo asentado sobre la base de la fortaleza, tanto física como mental, y que de vez en cuando nos sorprende con una milagrosa e increíble remontada. Pues bien, parece que hoy era el día.

Valdez lo intentaba y lo intentaba sin cesar, deteniéndolo únicamente los postes de la mala suerte. Pero su papel ya estaba asignado desde el comienzo. Él debía ser el pregonero, el anunciador, aquel que sirviese la mesa, que habilitara al resto de protagonistas cual actor secundario a ir apareciendo en escena. Y uno por uno fueron desfilando tras su estela. El primero, Monsieur Trézéguet. El francés no tuvo mejor forma de callar sus rumores de marcha que con un golazo de tacón a pase de la muerte del propio Valdez. Su sonrisa tras el gol, una clásica ya, parecía cargada de pólvora. Precisamente, una pólvora que no tuvo tan mojada como en Riazor.

Drenthe con flow y Harry Tote. 
El partido se había equilibrado. Era otro. A partir de aquí, estaba claro que algo se cocía en el ambiente. Y algo bueno. Entonces por allí pasó Drenthe con su flow. Tal vez arrepentido por su nefasta actuación en A Coruña y posterior rabieta, el holandés vio la oportunidad para hacer las paces con la afición, con su entrenador y consigo mismo. Le sirvió un penalti claro cometido sobre Peña. Una cuarta parte del trabajo corría transformada por sus botas y hacía el segundo de la tarde.

Pero el mago de este equipo de hambrientos no era ni Royston ni David el galo. No. El mago era el 10, el que mueve y remueve la paleta de chef a su gusto. Y que cuando está en plena forma es el mejor con diferencia de la plantilla. Harry, que no el sucio, sólo tuvo el pecado del gol para contar entre sus adeudos con el espectador. Pero se le perdona. Sin él, el fútbol del Hércules sería ínfimo. Con él, el fútbol del Hércules es sobresaliente.


Illa, illa illa...Kiko maravilla!
La cena estaba dando mucho de sí. Los boquerones del sur estaban siendo despellejados vivos por un equipo que salió con gula en la segunda parte y que se empachó de vicio y de fútbol. Por supuesto, Abraham Paz quiso dejar su sello con denominación de origen gaditano y cien por cien español. Porque lo nuestro también vale su peso en oro.

Y como no podía ser menos, el postre tenía que venir a cargo de La Terreta. Había que dejarle un hueco y más en estas fechas. Y vaya si se lo dejaron a Kiko Femenía. La defensa malagueña (en esta ocasión anaranjada) le hizo la alfombra roja al canterano, que se plantó solo en el área y marcó su primer gol en la máxima categoría. Todo un turrón, no de Jijona, pero sí de Sanet i Negrals, para cerrar por todo lo alto una bacanal de las que marcan época. 



Foto: DiarioInformacion.com
(*) La sinopsis del partido:






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